miércoles, 27 de junio de 2007

Cuando Murphy mete las narices

“Las mujeres dicen que el hombre casado sabe más bueno…” el estribillo de esa canción de los noventa del conjunto mexicano Garibaldi, golpea fuerte y cobra más sentido que nunca por estos días. En mis días.

Porque justo cuando estoy a punto de poner “casado” en las fichas de inscripciones por internet, en mi currículum o en cuánta cosa haya que inscribirse, suceden imponderables los cuales son divertidos que acontezcan, pero que te ponen en situaciones conflictivas, que al no tener gran experiencia en las lides de la conquista, te dejan literalmente patidifuso, tartamudeando, sonrosado e impertérrito frente a los ataques donjuanescos de tanto ejemplar que se las anda dando de “cazador” por la vida.

Y no porque esta soltería obligada me mantenga casto y puro, célibe e incólume por dos meses, me voy a dejar tentar por el deseo de “pegarme la canita al aire”, y que después traiga consigo consecuencias insospechadas.

En lugares y contextos públicos –y otros no tan públicos- los he conocido. Desde que inscribí en el registro civil mi estado de “viudez temporal” ya van como tres. Desde el que te manda de regalo un trago cuando estás a la orilla de la barra de un bar, pasando por el que te mira, te conversa y te coquetea descaradamente, hasta el desvergonzado que, de frentón, te pide compañía después de una noche de baile. Todos ejemplares bastante atractivos e interesantes, pero, a lo que voy: ¿Qué fluido expelemos los comprometidos, que cuando estamos felices, alegres y tranquilos con la pareja que tenemos, aparecen miles como abejas a la miel, pero sin embargo, cuando estás más botado que micro amarilla en tiempos de Transantiago, nadie se te acerca ni porque se te cayó una moneda de diez pesos del bolsillo?

¿Será que cuando estamos enamorados la expulsión de feromonas es mayor que cuando andamos suplicando que nos cierren un ojo? Porque, personalmente, este fenómeno pasa las fronteras y los intereses masculinos. Hace un par de días, una muy buena amiga y vecina me encontró antes de tomar el colectivo que me llevaría al metro rumbo al gimnasio y me dice “Oye, qué te pasa a ti que andas tan guapo este último tiempo??”, y para salir del paso no hallé nada más original que decirle: “Bueno, es la naturaleza no más..jeje”. Y claro, es un comportamiento tanto de uno como de los otros que no tiene razones tan claras. Lo bueno de esto es que uno anda con el ego por las nubes, porque es pretendido y se siente más deseado que nunca. Lo malo. Debo confesárselos, intercambié teléfonos con uno de los tipos, el segundo para ser más exacto. Ahora cómo salir del entuerto va a ser lo bueno. Pero lo resolveré. Se los juro.

3 comentarios:

valeria dijo...

A mí me pasa lo mismo. Uno de estos días, un amigo me dijo que le habían llegado varios comentarios preguntándole qué me había pasado porque andaba más linda... Debe ser el amorch...
Como consejo sobre el número telefónico te puedo decir que siempre tienes que ser sincero (con todos) y nunca hacer algo sin estar 100% seguro.
Saludos...

Alejandra dijo...

Mmmmmm.... sip... sucede. Desde que empecé a pololear, mi vida cambió y ando más feliz por la vida. Y claro, antes de empezar esta relación ni en pelea de perros me miraban, y ahora hasta jotes tengo (virtuales) jajaja y los que te miran descaradamente en la calle y los que te dicen "pucha que estás cambiada y bonita"... eso sucede cuando estás con la persona indicada y la sonrisa no te la despinta nadie, jajajaja. Pero bueno, mi amigo... ¿te puedo decir amigo? jajajaja... cuando el amor se va a otro país pero promete regresar... si hay compromiso y entrega, no se cae en tentación, por lo menos en mi caso, esto no sucede, porque amo tanto a mi pololo que no tengo tiempo, ganas ni deseos de mirar para el lado... entonces haga lo mismo... sea cortés con aquella persona que le dio su número y digale que amigos, ningún problema, pero algo más, no... a no ser que el amor no sea tan tan grande... pero es mejor ser fiel, que infiel y sentirse con la culpa de haber caído en tentación, cuando la otra persona (en las mismas condiciones que tú) te fue fiel... hay que pensarlo y tomar una decisión.. temprano. Good bye.

Unknown dijo...

Oi:
Leo y releo tu blog. jaja. desde el blackbird, hasta hoy, en que claramente estás en otra etapa. Ya casi es un rito en mis mañanas revisar mi bloglines, previo a la escritura de la memoria. Otra etapa tbn. Pero sobre el particular, y aunque te habia escrito ayer, mas el ¿antojadizo? blog no cargó mi post, no tengo respuestas. Pero es algo q comparto plenamente, lo de las abejas en tiempos de abundancia, y lo de la soledad, en tiempos de escasez. Me encantaría la inversa...pero que va, asi es la vida no mais me repito. Uno que sabe de escasez. También sé de esas pasadas de números de teléfono. Creo que de a poco entendi que cuando en mi mismo es un no, es un no no más. No andamos haciendo caridad por la vida, al menos la gente no anda con esa camiseta, menos en el contexto dating/going out. Aprendí - y así lo estoy ejercitando - a decir: te lo agradezco, pero no.



saludos desde Viña =)