lunes, 5 de noviembre de 2007

"No me hablen más de ese caballero".

No tengo casa en Miami, ni me he casado con un ex presidente. Tampoco tengo mi juego de maletas Louis Vuitton ni un penthouse en el barrio San Damián. Pero nos une a cada uno, un hombre peninsular. Uno que conocí a fines de marzo, y ella –contando desde la fecha que se hizo vox populi- en mayo. Ambos no queremos dar más explicaciones sobre nuestro romance. Terminó y punto.
En mayo, cuando el affaire Bolocco-Marocchino salió a la luz pública sentí que algo tenía en común con la diva de Chile. Porque no usaré sandalias ni haré comerciales de cosméticos para una de las grandes tiendas, pero tenía mi “cartita bajo la manga”. Un abogado de 30 años, proveniente de Roma, mi profesor particular de italiano, avecindado –en ese entonces- hace ocho meses en Chile-, que colaboraba académicamente para una universidad pagada y realizaba un magister en derecho internacional en una universidad pública. Intachable, un macho heterosexual por donde se le mirara. Serio, masculino y afable. Su sueño: trabajar para la Unión Europea en Latinoamérica. Quizás ese sueño fue el “tercero” en nuestra historia. A modo de análisis, al parecer él siempre tuvo prioridades mayores que la de formar una pareja.
No quiero parecer mal agradecido porque sentirme enamorado fue maravilloso. Nuestra aventura lo fue. El tiempo que duró fue un galán, y la distancia fue quizás lo que más dolió en todo esto. Porque enfrió lo que había, porque tanto ni yo ni él éramos los mismos después de su regreso desde Italia. Esa fue la impotencia que sentí después del quiebre, que las cosas no se hubiesen mantenido tal cual se dejaron, el darme cuenta que posiblemente el lazo que intentamos unir fue frágil cuando lo que más pretendí es que no fuera así.
Tantas cosas y tantas recriminaciones cuando una historia llega a su fin. Sin embargo, duele más el juego, a ratos perverso, de querer reconquistarte cuando el acuerdo de no seguir juntos ya estaba claro. Cuando te invitan a almorzar el día de tu cumpleaños, pero te anticipan que a la celebración que tienes en la noche no irá porque “se viaja con amigos del magister a Lima”. Esa doble jugada, bipolar y cruel, que en un comienzo sigue doliendo, pero que termina alejando más y confirmando desilusión y apatía.
Tengo mi Messenger dividido por categorías, al “signore” en cuestión lo tenía encerrado en la categoría “il mio amore”. Ayer, actualizando datos, lo arrastré hasta la categoría de “otros contactos”, al no encontrar otra donde encasillarlo. Y quizás esa haya sido la prueba más tangible de este rompimiento. Son gestos insignificantes pero muy reveladores. Son tus duelos propios. Cuando simbólicamente pones la lápida, la limpias, le pones flores y apoyas una de tus manos sobre ella para levantarte y dejar atrás. Y que se queden los buenos momentos y que la experiencia hable por sí sola en un futuro.
El viernes que pasó viví uno de esos encuentros que te dejan hinchado y sobreexcedido de cariños. Algo así como treinta voces –y faltó poco menos de la mitad- me cantaron el cumpleaños feliz. Y no pude estarlo más. Me confirmaron que no estaba solo. El beso, el abrazo, la mirada, la sonrisa y el palmoteo en la espalda fueron muestras de una incondicionalidad emocionante. Eso y mucho más me hace pensar que “basta de lamentos”, porque esto continúa. Pero les pido: “No me hablen más de este caballero”.

16 comentarios:

Alejandra dijo...

Claro... punto a parte y dar vuelta la página. Es lo mejor. Porque los recuerdos y que te lo recuerden es lo penca, pero cuando uno se levanta y vuelve a caminar, todo aquiere un nuevo matiz y se ve que no está todo perdido, que siempre habrá alguien más.... THE ONE... esperándote por ahí... aunque se demore en llegar. Así que la tarea está cumplida, el libro editado... ahora es el tiempo para reflexionar, inyectarse de nuevas aventuras y prontamente, volver a escribir un nuevo libro, con un matiz distinto al anterior. Suele suceder así. Cariños y suerte.

HAL8999 dijo...

COCO LOCO ERES TÚ, COCO LOCO TE ESTÁS VOLVIENDO LOCO, LOCO, LOCO,LOCO...

HAL8999 dijo...

Perdón...para estar a tono:

Sei un pazzo cocco, folle di cocco, si stanno diventando pazzo, pazzo, pazzo, pazzo...

Max de Winter dijo...

jo.jo.jo...!

pero que andamos ocurrentes!

Gracias por la atención y por leerme y ser tan fiel. Me siento honrado. fascinado.

Manuel Santelices dijo...

Feliz cumpleanos! Mr de Winter

Anónimo dijo...

Dear Max:

Me había acostumbrado a Thomas, pero como se dice "it's your call". Que te ha pasado, entrañable amigo..........que esperabas del ragazzo si tu último encuentro había terminado "fraternalmente" entre las sábana. Eso desde que lo leí me sonó mal....es tan fome y raro eso de mezclar sentimientos familiares con la cama, debí advertirte que esa no era la dirección correcta. Ahora, dejando a los hermanos de lado, me parce que ya con los primos uno lo puede pasar bien en cualquier ambiente....entiendes?
Como creo que te conozco, no espero menos de ti que una recuperación rápida y un nuevo personaje que anime las divertidas tardes y noches del otrora Perowne ahora de Winter. Será sofisticado y divertido como tu? o nos sorprenderás con un personaje más introvertido.. casi taciturno, ojalá enfermo, bello en su fragilidad como los personajes de Mann en la montaña mágica. Sé que elegirás al mejor. Tu te encargarás que no te hablen más de ese caballero.........
Kisses,

The Gardener

Max de Winter dijo...

"Como creo que te conozco..."???

el resto:
yada, yada, yada

HAL8999 dijo...

¿Yada, yada, yada?...¿Así de simple, pedestre, con la frase trasnochada de una sitcom difunta, se despacha a ese italiano mítico, ese "tallarín más gordo"- parafraseando a nuestros amigos "journalists" de La Cuarta (ese verdadero New Yorker de fin de mundo)-, ese hommo, que tantas y tantas horas, días, meses, de fantasía te dió, OH! Coco Loco ingrato?

Max de Winter dijo...

Manuel, gracias por el saludo de cumpleaños. Usted sí que vale saludarlo.


"yada, yada, yada" era por el contenido del comentario anterior, no por el post publicado.

Una mínima comprensión de lectura, por favor. Por lo menos para que escapen del enorme promedio de chilenos que no leen porque no entienden lo que leen. Agregaría que tampoco entienden la agudeza de una buena pluma.

Rebecca Sharp dijo...

Hola Perowne. Hace tiempo no sé nada de ti. Saludos,
Becky
www.laferiadelasvanidades.bligoo.com

HAL8999 dijo...

Max Coco-loco-Perowne escribió: "...buena pluma".

Buena pluma...qué frase más cliché, manoseada, vulgarmente plumífera, dieciochesca, pintoresca, propia de escritorzuelo iletrado super ventas, edulcorantemente roñosa, fantasiosa...en fin, coco-loquesca.

Doso dijo...

Feliz Cumple!!! un fuerte abrazo...

La historia linda, muy linda... pero y apaso, nah que hacer.... cuando uno pone de todo para que resulte y no es así, solo queda "dar vuelta la pagina" como dice Karinne... es lo mejor en todo sentido, te quedas esos recuerdos que guardas....

Ahora mi parte frivola!!! si te comparas con ella, es por el glamour??? jejeje

Abrazos
DOSO

Becky dijo...

Hola Perowne-Winter. Hace tiempo que no escribes. Cariños,
Becky
www.laferiadelasvanidades.blogspot.com

Pablillous dijo...

feliz cumple atrasado

te prometo que no te hablo mas de ese caballero

Julius dijo...

Felicidades!!
Un gran abrazo.

Y por lo otro...NEXT!!

JUL.

pamela dijo...

Carlitos...que bueno que estuvo tu cumple lo pase muy muy bien, muy entretenido todo, gracias por invitarme y cuidame a la loquilla de la Caro jajajaja, no se cuida solita, ya un besito desde Chillán, cariños.
Pam.