jueves, 6 de noviembre de 2008

Guilty or innocent

Alexandr Nichols, así como los jovencitos bellos de la elite del Upper East Side en "Gossip Girl" está en una de las más altas cumbres del estrellato. Su sueño se convirtió en realidad, ser un líder de opinión, un crítico de arte y que le paguen por eso. Escribe en el medio más prestigioso (para bien y para mal) de su país, firma con su nombre, tiene veintitantos y como es el más joven, claro, a veces publica mucho y a veces poco, es la suerte del nobel y no hay nada de qué alegar. Su llegada fue sorpresiva, llegó gracias a una importante influencia, algo así como la Miranda Priestly del lugar en cuestión. La bienvenida fue aparentemente amable y cariñosa, aunque Alexandr siempre sintió un dejo de desconfianza desde el primer día pero nunca se atrevió a declararlo. Debe ser como la hoguera de las vanidades, pensó, pero como no tenía que estar conviviendo en ese mundo a diario no se hizo mayor problema. Alexandr estaba dentro del mundo de las comunicaciones en una cómoda posición y discretamente disfrutaba de su triunfo. Estaba en el universo del gossip, uno más relamido y discreto, pero las garras estaban muy bien camufladas (y afiladas). Y aunque podría alegar innumerables arbitrariedades laborales durante el tiempo que fue partícipe de esta institución, la falta que hoy lo deja fuera vino desde él y lo está pagando caro. Un error involuntario, una irresponsabilidad, algo que debió realizarse con más rigor pero que se hizo a la rápida, su poca familiaridad con los números ahora lo tienen fuera. Las semanas siguientes han sido una verdadera travesía por el desierto. Alexandr, el infalible. El que nunca se emborracha en las fiestas, el que nunca dejó un ramo pendiente en la universidad, el que nunca se ha metido drogas en el cuerpo, y ni siquiera ha sacado un yogurt sin pagar del supermercado; el que nunca se metió en un lío de faldas (o de pantalones). El mismo que tiene el sentido de la responsabilidad tan en alto, que por esta caída cree que se falló a sí mismo y falló a tantos otros. Seguramente, no hay nada peor que sentirse mal con uno mismo. Fueron semanas duras para Alexandr, por lo evitable que pudo haber sido todo, por las consecuencias, y porque sentía que la pisada del gigante ofendido estaba por venir. Porque aunque en su histórico prontuario moral y ético, el gigante no tenga los papeles más limpios del mundo, es implacable a la hora de juzgar un error, y más cuando viene de alguien tan fácil de aplastar (como lo fue de levantar). Porque el gigante cree en la premeditación y en las teorías de la conspiración. No está dentro de su cabeza lo involuntario y el posterior arrepentimiento. Este gigante que puede ser también como una torre de babel (y, porqué no decirlo, una olla de grillos) funcionó como los chicos chismosos del Upper East Side, y ya me los imagino como entre el boca a boca, celular a celular, mail a mail, todo se ha expandido. Porque al otrora niñito estrella hay que aplanarlo, reducirlo, exterminarlo y construirle exagerada y absurdamente una mala imagen que no se merece. Pero claro, las irresponsabilidades se pagan caro y el sabor de la deshonra Alexandr la ha probado lenta y amargamente. Nuestro antihéroe (si es que cabe llamarlo así a este “canalla”, repitiendo uno de los epítetos que sin mediar explicaciones recibió a través de un estado de Facebook) está en silencio. Quizás la culpa interna sea mayor que la que su medio le propague, que el arrepentimiento no cese y las lecciones a partir de lo sucedido aún no las pueda dimensionar del todo. ¿Pero será necesaria tanta maledicencia?, ¿Seremos tan infalibles y tan correctos en todos los planos de la vida para juzgar tan fácilmente un lamentable error de iniciado? Pienso en Alexandr y también prefiero quedarme en silencio. Y no por complicidad, porque sí es cierto: ha estropeado una gran oportunidad. Pero mañana puedo ser yo, o puedes ser tú. Los tiempos de María Magdalena apedreada por los fariseos ocurrieron hace ya bastante tiempo. Y ya sabemos que nadie está libre. ¿Guilty or Innocent? The choose is yours.

Nos encontramos en la próxima historia
xoxo
Gossip boy.

2 comentarios:

HAL8999 dijo...

Una precisión: María Magdalena no fue apedreada.

HAL8999 dijo...

aunque quizás debió serlo pues era una mala, mala mujer.